Sobre mí
Nací en Olot (Girona). De pequeña ya me dedicaba, salvando las distancias, a interpretar, bailar y dirigir. Era muy soñadora e imaginaba una vida emocionante, a lo Britney Spears. También era muy tímida. Me aterraba hablar en público y sentirme juzgada. Aunque el camino no ha sido nada fácil, mis ganas de hacer lo que me apasiona han sido más fuertes que mis inseguridades. Me desafío constantemente a hacer cosas que me dan miedo para evolucionar y sentirme atrevida y confiada. Dedicarme a esta preciosa y loca profesión es el acto de amor propio más grande que me hago día a día.
Formé parte de una compañía de danza de los 6 a los 17 años. Allí aprendí el significado de esfuerzo, constancia, disciplina y espíritu de comunidad. A los 14, empecé a viajar con la compañía para bailar en festivales internacionales de Canadá, Austria, Bulgaria, Francia y Chipre. Gracias a ello, tuve la oportunidad de conocer músicas, culturas y personas de todo el mundo. A la vez, participé en varias obras de teatro y espectáculos en mi pueblo. Durante los ensayos del musical Cabaret me di cuenta: “Esto es lo que quiero hacer. Actuar, viajar, descubrir, compartir”.
Aun así, el hecho de dedicarme profesionalmente a una carrera artística era algo lejano y desconocido para mí. No tenía información ni referentes a mi alrededor y me sentía sola. Fingí seguir la corriente hasta que, después de graduarme en la Universidad, decidí ser honesta conmigo misma y pasar a la acción. Trabajé durante un verano como socia de un restaurante, contratamos un equipo de 10 personas y trabajamos duro. Así conseguí lo que necesitaba: dinero para pagar mis estudios artísticos. Con la ayuda de mi familia y el dinero ahorrado me mudé a Barcelona para cumplir un sueño: formarme en artes escénicas.
Puede parecer que nuestro propósito no tiene sentido muchas veces, pero tener el valor de intentar cumplirlo hace que seamos quiénes somos. Soy la primera de mi familia que ha podido elegir qué hacer con su vida y agradezco y aprovecho este regalo tanto como puedo. Gracias a mi madre, empecé a ilusionarme por el cine, la danza, la música y el teatro. Y me dedico a ello porque es mi manera de sentirme viva, humana, valiente y auténtica.
Nací en Olot (Girona). De pequeña ya me dedicaba, salvando las distancias, a interpretar, bailar y dirigir. Era muy soñadora e imaginaba una vida emocionante, a lo Britney Spears. También era muy tímida. Me aterraba hablar en público y sentirme juzgada. Aunque el camino no ha sido nada fácil, mis ganas de hacer lo que me apasiona han sido más fuertes que mis inseguridades. Me desafío constantemente a hacer cosas que me dan miedo para evolucionar y sentirme atrevida y confiada. Dedicarme a esta preciosa y loca profesión es el acto de amor propio más grande que me hago día a día.
Formé parte de una compañía de danza de los 6 a los 17 años. Allí aprendí el significado de esfuerzo, constancia, disciplina y espíritu de comunidad. A los 14, empecé a viajar con la compañía para bailar en festivales internacionales de Canadá, Austria, Bulgaria, Francia y Chipre. Gracias a ello, tuve la oportunidad de conocer músicas, culturas y personas de todo el mundo. A la vez, participé en varias obras de teatro y espectáculos en mi pueblo. Durante los ensayos del musical Cabaret me di cuenta: “Esto es lo que quiero hacer. Actuar, viajar, descubrir, compartir”.
Aun así, el hecho de dedicarme profesionalmente a una carrera artística era algo lejano y desconocido para mí. No tenía información ni referentes a mi alrededor y me sentía sola. Fingí seguir la corriente hasta que, después de graduarme en la Universidad, decidí ser honesta conmigo misma y pasar a la acción. Trabajé durante un verano como socia de un restaurante, contratamos un equipo de 10 personas y trabajamos duro. Así conseguí lo que necesitaba: dinero para pagar mis estudios artísticos. Con la ayuda de mi familia y el dinero ahorrado me mudé a Barcelona para cumplir un sueño: formarme en artes escénicas.
Puede parecer que nuestro propósito no tiene sentido muchas veces, pero tener el valor de intentar cumplirlo hace que seamos quiénes somos. Soy la primera de mi familia que ha podido elegir qué hacer con su vida y agradezco y aprovecho este regalo tanto como puedo. Gracias a mi madre, empecé a ilusionarme por el cine, la danza, la música y el teatro. Y me dedico a ello porque es mi manera de sentirme viva, humana, valiente y auténtica.